Omega-3: Un Nutriente Esencial para tu Cerebro, Corazón e Inflamación.
Introducción
Los ácidos grasos Omega-3 son nutrientes esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí solo, y que cumplen funciones clave en la salud celular, metabólica y neurológica. Existen tres tipos principales:
Ácido alfa-linolénico (ALA): de origen vegetal (semillas, nueces).
Ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA): de fuentes marinas como el pescado graso o suplementos de algas.
Estos lípidos no solo forman parte estructural de las membranas celulares, sino que también actúan en procesos reguladores con efectos demostrados en la salud cardiovascular, cerebral e inflamatoria.
Evidencia Científica y Beneficios Clave
❤️ Salud cardiovascular:
EPA y DHA reducen los niveles de triglicéridos, mejoran la elasticidad arterial y presentan efectos antiarrítmicos protectores del corazón【6】.🧠 Sistema nervioso y cognición:
El DHA es un componente estructural de las neuronas. Una ingesta adecuada se ha asociado a un mejor desarrollo cerebral, mayor agudeza cognitiva y menor deterioro neurodegenerativo con el paso del tiempo【7】.🔥 Acción antiinflamatoria:
EPA y DHA participan en la formación de resolvinas y protectinas, moléculas con potente efecto en la resolución natural de procesos inflamatorios crónicos【8】.
Fuentes Recomendadas de Omega-3
Pescados grasos: salmón, sardina, jurel, caballa.
Semillas y frutos secos: chía, linaza, nueces.
Aceite de pescado o suplementos veganos (algas).
Incorporar regularmente estas fuentes en la alimentación es una estrategia efectiva para apoyar la prevención de enfermedades crónicas, especialmente cardiovasculares, metabólicas y neurodegenerativas.
Conclusión
El Omega-3 es mucho más que una “grasa saludable”. Es un aliado clínicamente respaldado para proteger tu corazón, cerebro y controlar la inflamación. Su inclusión consciente en la dieta diaria es una herramienta nutricional poderosa, segura y ampliamente accesible.
Nutricionista Isidora Lahsen H.
Nutricionista Clínica Adulto e Investigación Clínica.
Referencias
1. Mozaffarian D, Wu JHY. Omega-3 fatty acids and cardiovascular disease: Effects on risk factors, molecular pathways, and clinical events. J Am Coll Cardiol. 2011;58(20):2047–2067.
2. Dyall SC. Long-chain omega-3 fatty acids and the brain: A review of the independent and shared effects of EPA, DPA and DHA. Front Aging Neurosci. 2015;7:52.
3. Serhan CN. Pro-resolving lipid mediators are leads for resolution physiology. Nature. 2014;510(7503):92–101.